Si fuiste a la Carretera Internacional sin algo para dar, es probable que te lamentes por mucho tiempo. Es probable que la mirada de un niño se te estampe en los sueños. Es probable que la próxima vez que pongas los pies bajo una mesa te encuentres sin apetito.
“Yo con tanto y esos niños sin nada”, te dirás a ti mismo aun si en el lado dominicano no llegas ni a clase media, aun si eres sueldo mínimo o mendigas en la esquina de la Duarte con París. Porque aquello hay que verlo para creerlo: ¡tanta pobreza a la vuelta de la esquina! LEER MAS.....
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